
Aunque nadie discute que los oídos son el mejor medio que ofrece el cuerpo humano para escuchar sonidos, eso no implica que sean el único.
Para el estudiante de diseño del Royal College of Art de Londres, Rodrigo García González, los glúteos son una interesante alternativa.
García González inventó un dispositivo, estupendo, el cual se coloca justo debajo del asiento de la bicicleta y convierte señales eléctricas en pulsaciones que se propagan por su superficie, que se encuentra en contacto con los glúteos del ciclista.Las vibraciones viajan por el cuerpo hasta la cabeza.
El efecto se llama alucinación auditiva: uno escucha la música, aunque no está viajando a través del aire.Es algo desconcertante hasta que lo que ocurre se termina de procesar mentalmente.
Y aunque la calidad de sonido es razonable es cuestionable su alcance para reemplazar a los auriculares.

“Se siente como si la música viniera de un lugar algo lejano, como si los vecinos tuvieran una gran fiesta”.
Pero, dice González, “el Wow” ofrece una clara ventaja a nivel de diseño.
“Es difícil escuchar música cuando uno están andando en bicicleta, necesita las orejas para saber dónde están los autos”.
También es cierto que su invento evita el inconveniente de andar con cables colgando.
FUENTE: bbc.co.uk